La evaluación de los alumnos tiene un carácter integral. Comprende los aprendizajes vinculados a lo afectivo-social, cognitivo y expresivo realizados en los diferentes campos del conocimiento. Permite identificar logros y dificultades y ajustar las estrategias de enseñanza a las necesidades del grupo de estudiantes.La evaluación constituye una instancia formativa, ya que ofrece información no sólo a los docentes o a los padres, sino a los alumnos mismos, quienes toman conciencia del punto en que se encuentra cada uno en relación con lo aprendido por el grupo. Además de las actividades evaluativas de diagnóstico que se realizan en las primeras semanas de clase, son instancias evaluativas: las evaluaciones escritas y orales presenciales, los trabajos prácticos, el trabajo aúlico y el desempeño de los alumnos en las distintas propuestas de la escuela.
A través de un boletín parcial de calificaciones -que se entrega vía cuaderno de comunicados al promediar cada trimestre- y el boletín de calificaciones, que se entrega al finalizar los trimestres, los profesores informan sobre la marcha del proceso de aprendizaje de cada joven.
Además, se comunica sobre las inasistencias mediante un boletín de inasistencias, emitido por períodos regulares de 15-20 días, a fin de que las familias y los estudiantes tengan información precisa acerca de la cantidad de faltas.